Los Sionas son un pueblo originario que habita en el nororiente de la cuenca amazónica. Ocupan su territorio ancestral desde hace milenios, territorio que actualmente se ubica en la frontera Ecuador y Colombia. Existen cerca de 2500 indígenas sionas y, si bien tienen su lengua propia, cada vez hablan más el español, por diversos y complejos factores. Los sionas se encuentran en severo riesgo de extinción, a la vista de dos Estados que no hacen respetar sus derechos, que no impiden la invasión de su territorio por empresas locales o transnacionales, ni les brindan apoyo o protección ante el conflicto armado colombiano, en cuyo cruce de balas subsisten día a día.

¿Mueren en realidad los shamanes?


Langdon, Jean. ¿Mueren en realidad los shamanes? En María Susana Cipolletti y Esther Jean Langdon (Coordinadores), La muerte y el mas allá en las culturas indígenas latinoamericanas: 125-155. Quito/Roma: Abya-Yala/ MLAL, 1992


Dentro de la etnografía, el tema de la muerte ha sido trascendente. Los principales estudios sobre ella se refieren a las concepciones y los rituales de la muerte. Sin embargo, en las culturas amerindias, se cree que el muerto puede manifestarse en el mundo terrenal. Al morir, sus afectos y necesidades se promueven en sus parientes más cercanos. De ahí la importancia del “otro mundo” y su significación.

Algunas culturas sudamericanas celebran la muerte de diferentes maneras, pero con similar sentido. Por citar algunos ejemplos, los Huichol (Méjico) conciben dos esencias no físicas de la vida: ri=alma como memoria o pensamiento; y puri=fuerza vital que proporciona movimiento al alma. Los Daimistas (Brasil) conciben que la realidad estaría formada por dos ámbitos: el primero correspondería al mundo “material”, el cual sería una “ilusión”; el segundo, al mundo de los espíritus, “el otro lado”. De su parte, los Mapuche (Chile) narran que el alma del individuo pasa por un periodo transitorio como espíritu vagabundo y luego se transforma en vida espiritual de los humanos. (Cfr. Cipolletti y Langdon, 1992: 3-7) En el artículo que reseñamos, ¿Mueren en realidad los shamanes?, se reflexiona sobre el sentido de la muerte para el pueblo Siona. Se piensa que ellos, al morir, se transforman en animales, para continuar el universo cíclico de la muerte; es mirado como inmortal.

 El presente artículo se encuentra dividido en doce pequeños apartados. Los dos primeros hablan de su cosmogonía; el inicial se refiere al universo siona y señala que dicho universo estaría compuesto de discos planos ordenados jerárquicamente. El mas bajo sería la tierra; y le seguirían el primer cielo, el segundo cielo, el tercer cielo y el pequeño cielo de metal. Lo asocian con la forma de disco porque este representa por el plato para tostar yuca. El segundo apartado nos habla de las Categorías de entidades, mencionando las denominaciones de los seres del universo. Aparece así la cosmovisión del pueblo Siona y los cuerpos celestes que le conforman: el sol, la luna, las Pléyades y el Trueno.  Wati es una entidad sobrenatural (neutra) asociada a las plantas, animales, árboles y dominios de otros reinos celestiales.

El tercer apartado titulado Los shamanes como categoría liminar, menciona que estas personas tienen el poder personal (dau) de viajar por la realidad y los reinos del universo. También pueden transformarse en animales como el jaguar, la anaconda, los saínos, etc. El shamán puede influenciar, guiar y causar daños a un grupo. Vida, salud y muerte, el cuarto apartado, alude a que los seres humanos están expuestos a estos ciclos: nacimiento, crecimiento, envejecimiento y muerte. El rol del shamán es el mediador cuando un hombre esta a punto de morir (humanos y los otros seres). Otro aspecto importante es la enfermedad, pues existe cierta resistencia física en el cuerpo; pero, en el caso que el hombre no pueda curarse con tratamientos, debe recurrir a un shamán para tratar causas sobrenaturales.

El apartado referente a Etnografía de la muerte ocupa importante espacio en el texto. Manifiesta que en el pueblo Siona, cuando muere un shamán hay relámpagos y truenos. Se dice que la comunidad debe de mudarse para evitar enfermedades y maldiciones entre los suyos. Es por ello que las pertenencias de shamán, como su collar de dientes de jaguar, deben ser destruidas y arrojadas al río. En El destino de los muertos, se habla de que los muertos van a la casa de los saínos (en el fin del mundo), por otro lado se menciona al purgatorio ( bisgi de oto) los que permanecen. En el caso de los shamanes es diferente; ellos ascienden a la casa de los shamanes muertos (bain hoyo wie); pueden elegir morir, pero también pueden elegir no morir y transformarse en un animal y continuar vivos. Estas opciones se recogen a partir de varios relatos sionas respecto del destino de los shamanes muertos (Cfr. Cipolletti y Langdon, 1992:139-150). Esos relatos son:

(1) La narrativa siona y el destino de los shamanes, que relata creencias del pueblo Siona; algunos ejemplos: la Luna y el Sol, que bebían yagé; incesto de la Luna con una de sus hermanas, y la razón por la que tiene manchas; (2) Los shamanes y los españoles malos relata una trampa de los españoles a los shamanes y la venganza de ellos. (3) Un buen shamán fue asesinado cuenta la rivalidad entre shamanes y las repercusiones que hay en el proceso. (4) Shamán que eligió transformase en saín. (5) Antonio desapareció dos semanas habla sobre la rivalidad de dos shamanes. Y, por último, (6) Qué ocurrió con Antonio cuando murió señala lo ocurrido antes de partir del mundo terrenal.

A pesar de su complejidad, es un artículo importante porque muestra la cosmogonía Siona. Estas narrativas nos permiten entender otras formas de relacionarse y de mirar la vida y la muerte. Esta perspectiva holística permite diferenciar y relacionar la naturaleza, los animales y el pueblo y sus designaciones. Las historias del pueblo Siona indican una contemplación diferente de la muerte. Los shamanes son, sin duda, personajes poderosos y de enorme significado para el pueblo Siona. En particular, los shamanes mantienen una construcción simbólica muy fuerte y son importantes mediadores entre la vida y la muerte. Las creencias de los pueblos demuestran una cultura única en el Ecuador.

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